BIENVENIDOS AL SITIO DE LA UNIÓN DE LOS PUEBLOS DE LA NACIÓN DIAGUITA

Afirmando, que como Pueblos Indígenas somos iguales a todos los demás pueblos en cuánto a dignidad y derechos, reconociendo al mismo tiempo el derecho de todos los pueblos a ser diferentes, a considerarse a sí mismos diferentes y a ser respetados como tales.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

SANTOS PASTRANA FUE NUEVAMENTE ELECTO EN LA COMUNIDAD INDIGENA DEL VALLE DE TAFI

El pasado sabado 4 de septiembre, la Comunidad Indigena del Pueblo Diaguita del Valle de Tafi llevo a cabo una nueva Asamblea de elección de Cacique. Oportunidad en que fuera confirmado por aclamación, por otros cuatro años, Santos Eugenio Pastrana. El re-electo Cacique uno de los impulsores de la reivindicación indígena en el Valle de Tafi, en esta oportunidad manifestó que la Asamblea fue convocada de acuerdo a lo pautado en el Estatuto y con suficiente antelación, llevándose a cabo en el Club Juventud de Rodeo Grande en el que participaron aproximadamente 170 comuneros.

La Comunidad Indígena del Pueblo Diaguita del Valle de Tafi, tal su denominación legal viene desarrollando un proceso de recuperación territorial de manera activa y organizada desde los años 90. Los comuneros tafinistos vienen resistiendo en sus costumbres durante siglos. Hoy la Comunidad se encuentra organizada en las Comunidades de Base: La Costa 1, La Costa 2, Barrio Malvinas, Rodeo Grande, Santa Cruz, Las Carreras, Los Cuartos, las que conforman un instancia de decisiones denominada Consejo de Delegados, uno de los órganos de gobierno de la



Comunidad. Otro de los órganos que asesora en base a la costumbre es el Consejo de Ancianos el cual esta conformado por la coplera Isidora Guanco, José Moreno, Juana Velardez, Juvencio Mamani, Jose Romano, Isas Cruz, Leopoldo Cancino

La historia de la enajenación territorial en el Valle de Tafi arranca con la Encomienda de Tafi en 1552 en la entonces denominada provincia de Sali o Lule. Luego, todo el valle es otorgado en Merced (año 1618) al mismo encomendero. Entre finales del S XVII y principios del XVIII el territorio de los Tafies es otorgada la Compañía de Jesús hasta 1767, año en que lo toma La Real Junta de Temporalidades, una entidad encargada de la administración y remate de los bienes confiscados a los miembros de la Orden de la Compañía de Jesús, después de su expulsión en ese año, del Virreinato del Perú. Éste organismo funcionaba bajo la vigilancia del Virrey, quien designaba a un Superintendente y Director general en Lima, donde quedaba la oficina central. (Fuente: Aproximación a la historia de la real Junta de Temporalidades).

Esta Real Junta de Temporalidades remata ocho potreros bajo control de los jesuitas en el Valle de Tafi, unos años después. A partir de alli, estos potreros pasan a ser lucrados por los terratenientes y sus sucesores durante siglos hasta nuestros días en que despertó la conciencia de la lucha por la tierra por parte de las familias de peones, pastores que servían en esas estancias, también sucesoras de aquellas que originariamente estuvieron allí asentadas desde antes de los jesuitas. Así, la reivindicación territorial indígena llego a Tafi del Valle como respuesta al acoso que familias completas sufren como consecuencia del avance de la agricultura a gran escala y del mercado inmobiliario para casas de veraneo.

Con esta nueva Asamblea, el proceso de organización, de resistencia y acción en busca de mayor control territorial muestra su vigencia, proponiéndose como metas en el futuro cercano el ampliar las Comunidades de Base, la que comenzará con la renovación de los delegados de las actuales. Otro aspecto dispuesto a desarrollar en esta nueva etapa es fortalecer la conciencia comunitaria e impulsar un mayor compromiso de los comuneros en cuanto, al trabajo colectivo, la recuperación territorial, la importancia de la salud y de la educación para los miles de tafinistos que actualmente suman. En el mismo sentido, actualmente la Comunidad esta desarrollando proyectos para cumplir con la demanda por mejoramiento del buen vivir de sus miembros, para ello lleva en ejecución la construcción de 13 viviendas en la Comunidad de Base El Rodeo, tarea que la lleva en conjunto con el Instituto Provincial de la Vivienda de la Provincia de Tucumán siendo esta una prueba piloto que luego se desarrollará en el resto del territorio. De igual manera ejecutara un proyecto para la extracción y racionalización del agua en La Peñita.

Por último, en esta oportunidad fue incorporada como Secretaria General de la Comunidad, Mónica Méndez una joven comunera especializada hace poco tiempo en desarrollo local. De esta manera con la incorporación de comuneros jóvenes, con instrucción y sin perder la conciencia por la lucha del territorio la Comunidad avanza decidida hacia los próximos años.

El pasado año el sostenido reclamo y avance de los comuneros de Tafí concretando el avance del control de su territorio dio lugar a que el matutino de la provincia le dedicara un articulo el pasado Domingo 15 de Noviembre en la Sección Información General, en el marco de las demandas de los Pueblos Indígenas sobre el territorio motorizadas por la Ley de Emergencia de la Propiedad Comunitaria Indígena (26.160). Al respecto señala en su edición impresa (la nota digital fue retirada del portal): “Crecen los conflictos por los reclamos de comunidades indígenas” y cita la frase de uno de los entrevistados el que lógicamente es, merced a la colonización europea; (la que vino con la cruz, la espada y el papel); abogado y terrateniente: "Hace un par de meses se reunieron representantes de familias afectadas. Eran más de medio centenar a las que no las dejan trabajar la tierra, les cortan los alambrados, les ocupan tierras y les quitan los animales", con esta frase puesta en negativo de lo que históricamente ocurrió y ocurre en el latifundio tucumano (y sin duda en el resto de Abya Yala) puesto que a quienes les quitan los animales, les ocupan las tierras y no les dejan trabajar, es a los campesinos indígenas cuando con su propio esfuerzo intentan alimentar a sus familias y no pagar tributo a los “doctores” que pretenden la tierra.

A poco de andar, la nota hacia agua (quizás por ello el editor haya decidido sacarla de circulación) cuando citaba nuevamente a sus interlocutores quienes expresan las bases de la ideología terrateniente; la que justifica y naturaliza el ilegitimo despojo de los primeros habitantes de América: "Los títulos en Tafí del Valle son fruto del remate de la Junta de Temporalidades (siglo XVIII) de cuando se fueron los Jesuitas. Ahora las comunidades les comenzaron a disputar derechos a familias que en aquella época compraron las tierras". En conclusión los Jesuitas usurparon la tierra a los Tafies, luego la Junta de Temporalidades usurpó a estos y, a continuación, algunas familias (sin dudas “amigas” de la Junta de Temporalidades) “compraron” las tierras con habitantes incluidos, los que luego sirvieron como “mozos de mano”, sirvientas, criados, capataces; en síntesis fueron la continuidad de aquella noción que abunda en expedientes coloniales: indios para el uso personal.

La ilustrativa nota, pone de manifiesto en forma directa la tozudez terrateniente en negar la realidad histórica y refugiarse en una ideología que les permitió vivir holgadamente sobre esfuerzo y sangre originaria durante siglos oponiéndose al desarrollo y transformación del continente. Inevitablemente el avance de la historia está sellando su acta de defunción con cada adelanto de las libertades individuales o colectivas como es el caso del consolidado resurgimiento de los Pueblos Indígenas que, más allá de cualquier discusión antropológica, buscan lo que desde hace tiempo se viene intentando: la liberación del continente. Por eso la respuesta a las aseveraciones de los abogados - terratenientes nos incumbe a todas aquellas personas que queremos una sociedad más justa, y tolerante la que se construirá sobre la diversidad. Esto nos atañe mas allá de la identidad colectiva a la que adscribamos. Para lograr esta meta es indispensable la ruptura con el latifundio, ya es hora de que nos sacudamos ese pesado yugo que nos postró tantos siglos en el continente. Afortunadamente ese tiempo ya llegó, se lo ve con los avances de los hermanos pueblos en Bolivia, del nuevo proyecto político en Venezuela, de la heroica resistencia de Honduras al imperialismo norteamericano y sus socios locales.

Por eso el compromiso para los Pueblos Indígenas, en la Argentina, las organizaciones sociales, los trabajadores, las organizaciones de Derechos Humanos es la Construcción de la sociedad pluralista que nos permita crecer con dignidad a todos los pueblos que viven en nuestro continente.
Fuente: Unión diaguita

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